Algunas definiciones de suerte son las siguientes:
1. Encadenamiento de sucesos considerado como fortuito en tanto que decide la condición buena o mala procedente a cada persona.
2. Buen o mal éxito en una cosa.
3. Azar al que se confía la decisión de algo.
4. Resultado positivo de un suceso poco probable.
5. Es lo que sucede más allá del control de una persona.
Algunos sinónimos de suerte son: Fortuna, azar, casualidad, destino, estrella…
De una forma más coloquial, podríamos decir que tener suerte es que las cosas salgan bien. Cuando una persona se dice que ha tenido buena suerte en una tarea, significa que le ha ido bien. Por el contrario, cuando se dice que una persona ha tenido mala suerte en una tarea, significa que ha salido mal. Así, la suerte puede ser buena o mala, en función de lo que suceda.
Que una persona haya tenido suerte en una cuestión no significa que tenga suerte siempre. Puede que tenga suerte en alguna o algunas circunstancias y no en el resto. Y viceversa, que una persona no tenga suerte en alguna o algunas situaciones, no quiere decir que siempre le salga todo mal. Pero a veces conocemos personas a las que casi todo les sale bien (consideradas personas afortunadas) y otras personas a las que casi todo les sale mal (consideradas personas gafes).
Hay quien afirma que la suerte se la busca o se la hace cada uno, lo que viene a decir que si te esfuerzas existen más probabilidades de que esa tarea te salga bien, es decir, que tengas buena suerte en esa circunstancia.
Pero, como sucede en tantas situaciones de la vida cotidiana, las cosas no suelen ser blancas o negras, sino que existen muchos matices. También respecto a la suerte. Aquello que para una persona puede suponer haber tenido mucha suerte, otra persona puede considerarlo solo un poco de suerte, o incluso un hecho normal. Por ejemplo, habrá quien si le toca la lotería, aunque sea una cantidad no muy grande, pensará que ha tenido suerte. En cambio, otra persona pensará que no es suerte porque solo habrá ganado un poco y la persona no se ha hecho rica.
Visión objetiva de la suerte
Para intentar medir si una circunstancia ha sido suerte o simplemente ha sido un resultado normal, entraría en juego la cuarta definición antes mencionada (resultado positivo de un suceso poco probable). Porque una aproximación racionalista a la suerte incluye la aplicación de las leyes de la probabilidad. Es decir, que quizá, si queremos basarnos en cuestiones científicas, deberíamos calcular la probabilidad de que ese suceso ocurra. Y si la probabilidad era baja o muy baja y, aun así, ese suceso ha ocurrido, significará que ha habido suerte. Pero ante todo deberíamos ponernos de acuerdo en fijar algunos parámetros, como, por ejemplo, a partir de qué número se considera baja una probabilidad.
La suerte y el destino
La suerte no existe solo en los juegos de azar, sino que puede aparecer (o no) en múltiples circunstancias de la vida. Por ejemplo, encontrar a una pareja con la que tengas mucha afinidad puede ser considerado como haber tenido suerte. En esta y otras circunstancias hay quien puede relacionar la suerte con el destino. Y aquí se mezclan ambas cuestiones. Habrá quien dirá que es suerte, otros dirán que ha sido el destino quien ha unido a esas dos personas.
Búsqueda de la suerte
La suerte la quiere todo el mundo, la busca todo el mundo. Por esta razón, desde tiempos inmemoriales las personas han intentado, mediante muchas y diversas formas, atraer a la suerte. Hay quien la busca cada semana jugando en alguno de los numerosos juegos de azar que existen. Porque siempre resulta agradable tener suerte.
Algunas otras formas conocidas son las siguientes:
1. Buscando un trébol de cuatro hojas.
2. Llevando encima una pata de conejo.
3. Colgando una herradura sobre la puerta.
4. Llevando siempre encima algún amuleto, es decir, un objeto que aquella persona considera (sin base científica alguna) que le proporciona suerte.
5. Volviendo a ponerse los mismos calcetines (u otra prenda) que llevaba puestos un día en que consideró que había tenido suerte.

La suerte en la historia
Desconozco cuándo apareció en la civilización el concepto de suerte. Quizá fue cuando un homínido primitivo se vio involucrado en un incidente peligroso del que salió ileso. Había tenido suerte.
Existen una serie de creencias espirituales sobre la suerte. Aunque varían mucho, la mayoría coincide en pensar que se puede influir en la suerte con medios espirituales, es decir, realizando ciertos rituales o evitando ciertas situaciones.
Algunas culturas y religiones ponen el énfasis en la habilidad de las personas para atraer la suerte por medio de rituales. Sin embargo, las religiones judía, cristiana y musulmana creen más en la voluntad de un ser supremo que en la suerte como principal influencia en los sucesos futuros.
La suerte en la psicología
En psicología se le llama suerte a todas aquellas cosas que no podemos predecir, explicar o controlar.
La suerte es una creencia del ser humano y como creencia, desde el punto de vista psicológico, no existiría la buena o mala suerte. Decimos que hemos tenido buena suerte cuando hemos obtenido el resultado deseado y mala suerte cuando no ha sido así.
Conclusión
El concepto de suerte está muy presente en nuestra cultura. Son frases utilizadas muy a menudo las siguientes: Qué suerte has tenido. Que tengas mucha suerte. ¿Has visto qué suerte tiene esa persona?
Y la búsqueda de la suerte, cada uno con los medios de que disponga, seguirá teniendo lugar por los siglos de los siglos.
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“Un libro cerrado es solo un bloque de papel”.
Walter Benjamin (1892-1940). Filósofo y crítico literario alemán.
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